La mediación familiar es una forma voluntaria de resolver las tensiones o conflictos familiares con la intervención de una persona que actúa como mediadora imparcial y neutral. Esta persona ayuda a la familia a dialogar y a alcanzar acuerdos consensuados. Cuando se solicita un proceso de mediación, las personas implicadas aceptan la intervención de un mediador con el fin de favorecer la comunicación y búsqueda de acuerdos consensuados.
En ANANDA queremos que todos y cada uno de los miembros de la familia que participen en un proceso de mediación se beneficien de ello. Por este motivo, nuestros objetivos se centran en prevenir, minimizar o resolver problemas de relación o conflictos entre los miembros de la familia, ya sea entre padres e hijos, como en las dificultades surgidas de la separación o el divorcio de la pareja, los desacuerdos por herencia, las dificultades originadas por el cuidado de familiares mayores u otros conflictos familiares.